El verano nunca parece ser lo suficientemente largo, sobre todo cuando sacamos nuestras botas y calzado abrigado y guardamos nuestros zapatos de verano. Que falten meses para la temporada de sandalias no significa que no estemos soñando ya con nuestro próximo par de estos divertidos zapatos de tiras, mientras imaginamos sentir el sol en los dedos de los pies.
Sin embargo, asegurarse de tener un par que se adapte a sus pies puede ser diferente a asegurarse de tener un par de zapatos normales.
Entonces, ¿cómo deben quedar las sandalias?
Bueno, aquí tienes una guía práctica para asegurarte de conseguir las sandalias más bonitas y que mejor se adapten.
Chanclas o sandalias
Lo primero que debes considerar al comprar zapatos para clima cálido es: ¿serán chanclas o sandalias? ¡Y no,
no son lo mismo !
Hay muchas pequeñas diferencias. Si una correa va entre el dedo gordo y el de al lado, con una banda sobre el empeine, se trata de una chancla. Sin embargo, la gran diferencia es la sujeción del tobillo. Si hay algún tipo de correa en el tobillo, se trata de una sandalia.
Aunque puede haber otros factores que los diferencien, estos son los más importantes. Ahora que lo tenemos claro, veamos cómo calzan las sandalias, ¿de acuerdo?
La suela del zapato
Esto es, sin duda, lo más importante al comprar sandalias: asegúrate de que sean tan anchas como tus pies. Así tendrás el soporte adecuado y evitarás
torcerte el tobillo por perder el equilibrio al usar un zapato demasiado ancho.
Otro aspecto a tener en cuenta es el grosor de la suela. Esto determinará su comodidad si planeas caminar con ellas todo el día. Cuanto más gruesa sea la suela, mejor absorberán los impactos, lo que las hace ideales para hacer turismo y usarlas todo el día.
En resumen
Es curioso la frecuencia con la que se ve a gente con sandalias que claramente son demasiado cortas para sus pies. ¿Comprarías zapatos demasiado pequeños? Probablemente no, pero hay quienes compran sandalias con las puntas o los talones sobresaliendo, sin ofrecer ningún tipo de soporte.
No solo se ve raro y duele un poco, sino que es fácil lastimarse o acabar con muchas ampollas. Así que, al probarte sandalias, asegúrate de que tus pies queden cómodos, sin que nada sobresalga. Quizás incluso quieras dejar un poco de espacio extra, ya que los pies se expanden con el paso del día.
Correas ajustables
Tener correas ajustables garantiza un mejor ajuste, especialmente alrededor del tobillo, que si son fijas. Por lo tanto, busca sandalias con hebillas o velcro que se ajusten al tobillo y al empeine.
Aunque el material se ablande con el tiempo, seguirán sujetando y ayudando a mantener tus pies seguros en el zapato. Además, aportan estabilidad para que no te tambalees al caminar.
Soporte de arco
Esto es importante si sufres de fascitis plantar, arcos caídos y muchas otras afecciones dolorosas en los pies. Por lo tanto, es fundamental asegurarse de que las sandalias que compres tengan
un buen soporte para el arco para evitar empeorar o desarrollar estas afecciones.
Para obtener los mejores resultados y el máximo soporte, es importante asegurarse de que tengan un contorno arqueado. Esto le brindará el mejor soporte posible y evitará forzar el arco del pie.
Cómo probarse una sandalia
Probarse sandalias es un poco diferente a probarse zapatos normales. Hay algunos trucos para asegurarte de que te queden perfectas y sean cómodas para usar todo el día. Aquí te explicamos cómo probarte una sandalia.
Primero, asegúrate de no llevar calcetines ni medias, ya que al usar tus sandalias nuevas, estarás descalzo. Después, intenta flexionar un poco la tela. Esto te ayudará a ver qué tan fácil será ablandarlas y qué tan bien se adaptará el material a tu pie.
A continuación, abre todas las correas, desata todos los cordones y desabrocha todas las hebillas. Esto es importante para asegurarte de que puedas ajustarlas a tus pies. Después, ponte la sandalia y comprueba que el talón no sobresalga por detrás ni los dedos por delante.
Luego, empieza a abrochar, atar y abrochar todo. Al hacerlo, es importante recordar que los pies se hinchan ligeramente durante el día. Así que, a menos que te pruebes las sandalias más tarde, deja un poco de espacio para que tus pies se expandan.
Camina un poco. Unas sandalias que te queden bien no deben moverse ni resbalarse al usarlas. Deben sentirse seguras y estables.
Un último consejo: si sueles sudar mucho los pies, busca sandalias hechas de fibras naturales transpirables como lona, cuerda o algodón. El cuero sintético y el plástico empeoran la sudoración y hacen que te resbales, lo que podría causarte lesiones.
Descubrir cómo deben quedar las sandalias es fácil
Si bien al principio puede parecer un poco intimidante, una vez que aprendes cómo deben quedar las sandalias, es fácil conseguir tantas sandalias lindas con tiras como tu corazón pueda soportar.
Para obtener más inspiración sobre cómo encontrar el par de calzado de verano perfecto,
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